Mercadito de pecados
¡Ahora resulta que es insuficiente no robar ni mentir ni fornicar ni obedecer a los padres y mucho menos respetar al hombre del otro, para considerarse cumplidor de las leyes divinas!
Gracias a Florencio Olvera Ochoa, obispo católico de Cuernavaca, hoy podemos contar con diez pecados más a evitar si queremos ganarnos un lugarcito en el cielo -lugar en el que, por cierto, encontraremos un coro de hombres desnudos y hermosos, cuyas alas blancas nos cobijarán-.
Resultan chistosas las indirectas, "pedradas", para varios de los candidatos, incluyendo al galeno Simi. Lo que no es gracioso es que instituya como pecado votar por un candidato que apoye las uniones de hecho. En el 2003, este mismo obispo, en su primera edición de noepecados, había dicho abiertamente que era pecado votar por quien se pusiera a favor de los homosexuales. Por tanto, para este hombre de su dios 401 mil 804 personas que votaron por Paty Mercado son pecadoras. Lo que no aclara el pelado (perdón, me faltó la ere) es la categoría del pecado -mayor, menor o venial-, y el castigo merecido -pena leve, sanción mayor, excomunión o infierno eterno-.
La intención de la lista es brindar a los votantes elementos de reflexión que les permitan votar conscientemente. Hela aquí (los subrayados son míos, obvio):
1. Es pecado no votar, caer injustificadamente en el abstencionismo por pereza, por apatía, sabiendo que el abstencionismo puede favorecer a los más inmorales. Si en conciencia no encuentro al candidato puro, debo votar por el menos malo o por algún candidato no registrado.
2. Es pecado votar sin conocer el partido o al candidato como persona capaz y honesta.
3. Es pecado vender mi voto, comprar el voto, robar votos. El voto del miedo. Presionar el voto con amenazas o con dádivas e imponer el voto corporativo, que es anticonstitucional; todo líder tiene únicamente un voto: el personal.
4. Es pecado votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, la prolongación de la vida por medios extraordinarios (aferramiento terapéutico), la destrucción y manipulación del embrión humano.
5. Es pecado votar por proyectos en contra de la familia monogámica e indisoluble, por proyectos que promueven caricaturas grotescas de familia integrada por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho a educar a sus hijos.
6. Es pecado votar por quien no respeta la libertad religiosa, de todos y cada uno de los mexicanos, no sólo de los católicos.
7. Es pecado votar por quienes fomenten las formas modernas de esclavitud: alcohol, droga, pornografía, prostitución, secuestro, etcétera.
8. Es pecado votar por proyectos de economía salvaje que atacan a la persona humana y el bien común, que dañen la justicia social, la solidaridad y su subsidiariedad perjudicando sobre todo a los más pobres.
9. Es pecado no saber ganar, considerar como enemigo a quien vota distinto a mí, ser prepotente, no trabajar para los demás y trabajar únicamente para mi grupito.
10. Es pecado no saber perder, ni aceptar la realidad, no reconocer mis debilidades, perder el ánimo, no colaborar con la autoridad legítima para lograr acuerdos comunes y prepararme para la próxima campaña.
Nota: Pecado es lo que va contra el amor a Dios, a uno mismo, a los demás, a la Patria.
(Hasta aquí las palabras de Florencio Olvera.)
Es claro que el obispo exhorta a voltear los ojos al candidato mesiánico de los poderes empresariales, políticos y religosos: Calderón.
Lo triste es que haya compañeros de ruta que, habiendo leído o no el edicto inquisitorial, hayan votado por proyectos que en esencia son homofóbicos y que cerrarán cualquier iniciativa de contar con derechos propios para personas de la diversidad sexual.
Es una pena que sean los mismos gays quienes den fuerza a las palabras opresoras de los predicadores, porque inmolan sin necesidad a sus iguales y fomentan que los poderosos aplasten sus corazones, ricos en amor y en capacidad creadora.
¡Ahora resulta que es insuficiente no robar ni mentir ni fornicar ni obedecer a los padres y mucho menos respetar al hombre del otro, para considerarse cumplidor de las leyes divinas!
Gracias a Florencio Olvera Ochoa, obispo católico de Cuernavaca, hoy podemos contar con diez pecados más a evitar si queremos ganarnos un lugarcito en el cielo -lugar en el que, por cierto, encontraremos un coro de hombres desnudos y hermosos, cuyas alas blancas nos cobijarán-.
Resultan chistosas las indirectas, "pedradas", para varios de los candidatos, incluyendo al galeno Simi. Lo que no es gracioso es que instituya como pecado votar por un candidato que apoye las uniones de hecho. En el 2003, este mismo obispo, en su primera edición de noepecados, había dicho abiertamente que era pecado votar por quien se pusiera a favor de los homosexuales. Por tanto, para este hombre de su dios 401 mil 804 personas que votaron por Paty Mercado son pecadoras. Lo que no aclara el pelado (perdón, me faltó la ere) es la categoría del pecado -mayor, menor o venial-, y el castigo merecido -pena leve, sanción mayor, excomunión o infierno eterno-.
La intención de la lista es brindar a los votantes elementos de reflexión que les permitan votar conscientemente. Hela aquí (los subrayados son míos, obvio):
1. Es pecado no votar, caer injustificadamente en el abstencionismo por pereza, por apatía, sabiendo que el abstencionismo puede favorecer a los más inmorales. Si en conciencia no encuentro al candidato puro, debo votar por el menos malo o por algún candidato no registrado.
2. Es pecado votar sin conocer el partido o al candidato como persona capaz y honesta.
3. Es pecado vender mi voto, comprar el voto, robar votos. El voto del miedo. Presionar el voto con amenazas o con dádivas e imponer el voto corporativo, que es anticonstitucional; todo líder tiene únicamente un voto: el personal.
4. Es pecado votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, la prolongación de la vida por medios extraordinarios (aferramiento terapéutico), la destrucción y manipulación del embrión humano.
5. Es pecado votar por proyectos en contra de la familia monogámica e indisoluble, por proyectos que promueven caricaturas grotescas de familia integrada por personas del mismo sexo; por proyectos que quitan a los padres el derecho a educar a sus hijos.
6. Es pecado votar por quien no respeta la libertad religiosa, de todos y cada uno de los mexicanos, no sólo de los católicos.
7. Es pecado votar por quienes fomenten las formas modernas de esclavitud: alcohol, droga, pornografía, prostitución, secuestro, etcétera.
8. Es pecado votar por proyectos de economía salvaje que atacan a la persona humana y el bien común, que dañen la justicia social, la solidaridad y su subsidiariedad perjudicando sobre todo a los más pobres.
9. Es pecado no saber ganar, considerar como enemigo a quien vota distinto a mí, ser prepotente, no trabajar para los demás y trabajar únicamente para mi grupito.
10. Es pecado no saber perder, ni aceptar la realidad, no reconocer mis debilidades, perder el ánimo, no colaborar con la autoridad legítima para lograr acuerdos comunes y prepararme para la próxima campaña.
Nota: Pecado es lo que va contra el amor a Dios, a uno mismo, a los demás, a la Patria.
(Hasta aquí las palabras de Florencio Olvera.)
Es claro que el obispo exhorta a voltear los ojos al candidato mesiánico de los poderes empresariales, políticos y religosos: Calderón.
Lo triste es que haya compañeros de ruta que, habiendo leído o no el edicto inquisitorial, hayan votado por proyectos que en esencia son homofóbicos y que cerrarán cualquier iniciativa de contar con derechos propios para personas de la diversidad sexual.
Es una pena que sean los mismos gays quienes den fuerza a las palabras opresoras de los predicadores, porque inmolan sin necesidad a sus iguales y fomentan que los poderosos aplasten sus corazones, ricos en amor y en capacidad creadora.
posted by Centro Desarrollo Humano Tanatológico at 3:19 p.m.
5 Comments:
La Iglesia Católica se enfrente a un renovarse o morir, con personitas como la autora de los neopecados.. solo podemos esperar a en unos años ser agnósticos, o judíos o adoradores de satán..
La vision de icaro tiene razon, el mundo avanza y continua su rumbo, la iglesia se esta quedando atras y con sus ideas del siglo antepasado, necesita una reforma para la nueva sociedad, aprender a hablarle a la sociedad moderna, no con pecados, porque el miedo no logra nada en la mente de las personas, lo unico que logra es alejarlos mas. Que conviene mas una religion en donde hasta ir al baño es pecado o vivir libre bajo las leyes de Gaia.
Ícaro y Shinseiki:
Gracias por sus comentarios. En realidad, el autor de los pecados electorales fue Florencio Olvera Ochoa, obispo de Cuernavaca.
La verdadera intención del artículo era llamar la atención acerca de los gays que votan por partidos que precisamente están en contra de los gays.
Como si el enemigo lo tuviéramos en casa, pues.
Tienes razón Beto al al decir que "...La verdadera intención del artículo era llamar la atención acerca de los gays que votan por partidos que precisamente están en contra de los gays...", pero si no solo los gays, sino las mujeres, las personas con capacidades diferentes, y muchos, muchisimos otros que bien pudieran caber en el proyecto de pais que una Sra. como Patricia Mercado tenia, hubieran votado por ella, AMLO estuviera luchando contra otro contrincante en los Tribunales.
The OC:
Una maestra cubana en un curso me dijo que no entendía por qué muchos mexicanos le dieron su voto a un gobierno (partido) que hizo muy poco o nada por el país. Yo le contesté que a los mexicanos nos falla la "memoria histórica", porque olvidamos el pasado y no lo integramos en nuestro presente.
Agradezco tu aclaración: es cierto, muchas mujeres y personas discapacitadas pudieron haber votado por candidatos como Paty Mercado, pero acaso pudo más en sus conciencias la influencia de Teleidiotiza o de TV Nacazteca.
Señalo a los gays porque es el colectivo con el que me identifico y al que le escribo. Aunque sé que no todos los que lean este blog lo serán.
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